¿Qué es?

Es un proceso donde se aplican las reglas de inferencia con el objetivo de obtener la conclusión del razonamiento válido. Nunca deben aplicarse las reglas a ciegas, sin tener muy claro con qué propósito se aplican en cada momento.

¿Cómo se realiza?

Lo más sensato es realizar este proceso bajo un planteamiento estratégico. En este sentido podemos plantear las dos siguientes:

Dado que al validar un razonamiento se conoce su conclusión, el planteamiento dirigido por la conclusión suele ser el más efectivo. Sin embargo, cuando se llega a una situación de “punto muerto”, dejarse dirigir por las premisas con el objetivo de descubrir posibilidades desconocidas puede ser una forma razonable de proseguir.