¿De qué se trata?
Desde la base de que el desarrollo de software es complejo e impredecible, con lo cuál todo es una suposición hasta que se demuestre lo contrario, validamos lo que sabemos de la manera más sistemática y rigurosa posible. En el proceso, nuestro aprendizaje nos permite tener mayor certeza sobre nuestras posiciones.
¿Por qué?
Para eliminar el riesgo de invertir mucho tiempo y esfuerzo en un trabajo basado en suposiciones erróneas.